Comienza
la campaña electoral, las elecciones europeas ya están ahí, y el gobierno
necesita votos, en estos últimos años el colectivo de funcionarios ha sido
vapuleado en aras de cumplir los objetivos de déficit marcados por la
"troika" (reducción de vacaciones por antigüedad, canosos, reducción
del sueldo, congelación salarial, descuentos en nómina en situaciones de
Incapacidad Temporal, no abono de complemento en los Juzgados de Violencia de
Género, retraso o no nombramiento de interinos, reducciones de plantilla,
desaparición de la OEP, “movilidad geográfica” y así hasta un largo etc). Entre
el amplio número de recortes que hemos sufrido, se encuentra la reducción de
días por asuntos particulares, una decisión que al menos en el ámbito de la
Administración de Justicia, no producía ningún ahorro a las arcas públicas, ya
que los expedientes y los escritos pendientes de tramitar se van acumulando mientras
el empleado está de permiso o vacaciones, (salvo en materias urgentes), teniendo
que sacarlos una vez se reincorpore a su trabajo. Por lo que, viendo de donde venimos, la decisión
del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, anunciando
que devolverá otro día de
libre disposición a los funcionarios no
debería contentarnos demasiado. Recordemos que los funcionarios de
Justicia, antes de los recortes, teníamos
9 días de asuntos particulares, frente a los 6 que tenía el resto de
funcionarios con carácter
general, por las especialidades del trabajo y dedicación que se requieren en
esta Administración, por lo que nuestra pérdida
fue mayor que la que han
padecido los funcionarios de otras Administraciones. Recordemos también que en
el último trimestre del año pasado estuvimos a punto de recuperar esos tres
días que teníamos de más, pero el Gobierno al final se echo atrás, quizá para
ir dosificandolos poco a poco, como está haciendo, con fines electorales.